La disfunción eréctil es una de las consultas más habituales en terapia sexual. Aunque sigue siendo un tema difícil de hablar, cada vez más hombres se atreven a pedir ayuda cuando sienten que las cosas “no están funcionando como antes”. Sin embargo, lo que muchas personas no saben es que, en la mayoría de los casos, el origen del problema no está en el cuerpo, sino en la ansiedad de desempeño.
Para explicarlo de manera cercana, quiero contarte una historia que podría parecerse mucho a la tuya o a la de tu pareja.
La historia de Rigoberto, 38 años: “Mi cuerpo no responde como yo quiero”
Rigoberto llegó a consulta después de varios meses sintiéndose frustrado en su vida íntima. No era un problema constante, pero cada vez que tenía un episodio en el que su cuerpo no reaccionaba como esperaba, su preocupación crecía.
Empezó a anticipar el miedo:
“¿Y si me vuelve a pasar? ¿Y si no puedo?”
Y, como suele ocurrir, cuanto más se presionaba, más difícil se le hacía relajarse. Su cabeza iba a toda velocidad mientras intentaba “controlar” lo que, precisamente, no puede controlarse desde la mente.
En casa, su pareja también empezaba a notarlo. Ella interpretaba su distancia como falta de interés. Él, avergonzado, evitaba el tema para no preocuparla. La comunicación se fue tensando. Ambos sufrían, pero en silencio.
Como muchas personas antes que él, Rigoberto probó soluciones improvisadas:
• forzarse a “concentrarse más”,
• evitar la intimidad para no fallar,
• buscar en internet trucos rápidos,
• intentar rendir “como antes”.
Pero nada funcionaba… porque el problema no estaba ahí.
El origen real del problema: la ansiedad de desempeño
Una parte importante de los hombres que experimentan dificultades en su respuesta sexual lo hacen por exceso de autoexigencia. No por falta de deseo, ni por falta de atracción, ni por un problema médico.
Rigoberto creció, como muchos, con mensajes como:
“Tengo que funcionar siempre”
“Tengo que rendir bien”
“No puedo fallar”
Cuando llega la vida real, con cansancio, estrés, rutinas, preocupaciones, estos mensajes chocan con la realidad. Y cuando el cuerpo no responde como uno espera, aparece la alarma:
👉 “Tengo que controlar esto ya”
👉 “No puedo permitir que me vuelva a pasar”
👉 “Si ocurre otra vez, significa que tengo un problema”
Ese estado de vigilancia constante pone al sistema nervioso en modo alerta, y ese modo alerta es incompatible con una respuesta sexual tranquila. La excitación no aparece cuando hay presión. El cuerpo necesita seguridad, calma, presencia.
No es un fallo.
No es una incapacidad.
Es una respuesta adaptativa al medio.
El trabajo terapéutico: volver a la calma, al cuerpo y a la conexión
En terapia sexual comenzamos por desmontar las creencias que alimentan la ansiedad de desempeño. Lo trabajamos paso a paso:
1. Entender qué le ocurre al cuerpo
Explico el papel del sistema nervioso y cómo la tensión, el miedo al fallo y el exceso de control interrumpen la respuesta erótica.
2. Reducir la autoexigencia
El objetivo es que la persona entienda que no tiene que “demostrar nada” y que la intimidad no es un examen.
3. Reconectar con sensaciones, no con expectativas
Volver al cuerpo en vez de a la cabeza. Trabajar la presencia, la calma y el permiso para que el deseo aparezca sin presiones.
4. Involucrar a la pareja (si la hay)
En muchos casos, la tensión se mantiene porque ambos interpretan cosas distintas. La comunicación guiada evita malentendidos y reduce la presión emocional.
5. Practicar actividades graduales
No se trabaja desde el “todo o nada”: se diseñan ejercicios respetuosos, sin exigencias, que reconstruyen la seguridad y la conexión.
¿Por qué buscar ayuda profesional?
Porque la disfunción eréctil tiene tratamiento cuando se aborda desde el enfoque adecuado. En consulta, acompañamos a que la persona:
• deje de vivir cada encuentro como una prueba,
• recupere la confianza,
• entienda su cuerpo sin miedo,
• mejore la comunicación con su pareja,
• recupere la intimidad sin presión ni ansiedad.
Es un proceso seguro, respetuoso y basado en la evidencia.
Terapia sexual y de pareja en Majadahonda y Paseo de Extremadura (Madrid)
Si este tema te resuena, si tú o tu pareja estáis viviendo algo parecido a Rigoberto, o si te gustaría tener un espacio profesional para recuperar tu bienestar íntimo, puedo ayudarte.
Trabajo con personas que experimentan: ansiedad de desempeño, disfunción eréctil puntual o recurrente, dificultades de conexión en pareja, malestar relacionado con la intimidad, miedo al fallo o presión en los encuentros.
Ofrezco acompañamiento especializado en:
📍 Majadahonda
📍 Paseo de Extremadura, Madrid
Si necesitas orientación, puedes ponerte en contacto o solicitar una cita.
Estás a un paso de entender mejor lo que te ocurre y recuperar la tranquilidad en tu vida íntima.
¿Tu cabeza no para y buscas respuestas sobre tu relación en internet? La sobreinformación puede aumentar la ansiedad, la inseguridad y la desconexión con tu pareja. En esta guía te explico por qué ocurre y cómo empezar a escucharte desde una mirada contextual. Si necesitas acompañamiento profesional, ofrezco terapia de pareja en Madrid y Majadahonda para ayudarte a entender tu forma de vincularte y construir relaciones más seguras.
Disfunción eréctil y ansiedad de desempeño: cómo entender y tratar este problema desde la terapia sexual en Majadahonda y Paseo de Extremadura (Madrid). Aprende por qué la respuesta íntima se bloquea cuando aparece la presión, cómo influye el contexto afectivo-sexual y qué herramientas terapéuticas ayudan a recuperar la tranquilidad y la conexión en pareja.